1. JESUS FRENTE A LA CULTURA Y FIESTAS RELIGIOSAS (ENERO)
LEMA: “Ante situaciones de marginación, Jesús nos pide actitudes de liberación”
ORACION AL ESPIRITU SANTO
Envía Señor tu Santo Espíritu a la mente y al corazón de quienes deseamos transformar desde el Evangelio nuestra cultura y nuestras costumbres en la celebración de las fiestas religiosas; para que en adelante, solo busquemos la gloria de Dios y el bien de nuestros hermanos, particularmente de los más necesitados. A ejemplo de Cristo queremos ser muy fieles a la voluntad del Padre, aunque eso signifique incomprensión por parte de algunos, incluidas, a veces las autoridades, por quienes también hacemos esta oración, depositándola en manos de nuestra Señora la Virgen María, para obtener más eficazmente las gracias que pedimos. Amén.
HECHO DE VIDA
Ya llega la fiesta patronal y la parroquia se prepara a celebrarla como es costumbre inmemorial. El Párroco en las homilías de los domingos y en las reuniones con los fiesteros ha dicho que hay que cambiar algunas cosas que no están acordes con el querer de Dios y con la dignidad de las persona humana. El Padre les ha pedido a las fiesteras y fiesteros del Santo Patrono que terminen con las parrandas, donde se baila, se consume licor y se traen orquestas carísimas con tal de embrutecer a la gente y satisfacer sus más bajas pasiones. Estas reflexiones del Señor Cura van calando poco a poco en los hombres y mujeres de buena voluntad y verdaderamente cristianos. Sin embargo, Don Gumersindo y otros más, que son los dueños de las cantinas y de otros negocios no muy santos, pero que también son fiesteros, ya que así pueden más fácilmente oponerse a cualquier cambio que signifique para ellos la pérdida de su gran oportunidad de hacer plata so pretexto de celebrar las fiestas religiosas. Oigamos el diálogo que tiene don Gumersindo con sus amigos:
Si le aceptamos al cura, sus ideas, les dice, nos arruinamos, nosotros quedamos sin el negocio y la gente sin divertirse, no nos vamos a dejar.
Don Florencio añade, lo peor es que ya nuestras esposas están de parte del sacerdote, en este caso a los que tenemos que mover es los jóvenes, ellos son los que nos van a ayudar, porque sin baile, sin aguardiente y sin mujeres ellos no se aguantan, y el padrecito, por no disgustarse con la juventud tendrá que dejar las cosas como están.
Bueno, opinó don Lucindo, dicen por ahí, que el Padre, ha dicho que también hay que suprimir lo más posible la pólvora, incluidos los castillos, y que esa plata se la emplee en hacer alguna obra social, mejor dicho este curita lo que quiere es que este pueblo sea un convento de monjas. Todos rieron y aprobaron lo que decían aquellos señores. Don Gumersindo que sin duda era el jefe, sentenció, si eso no es suficiente, pues tenemos Alcalde que no se deje del Cura y que nos apoye, yo le conseguí muchos votos, y ahora me tiene que ayudar, además ya en el presupuesto del municipio hay una buena partida para las orquestas. Y para que todo nos vaya bien, compadre sírvanos un trago. Lo que siguió, ya se lo imaginan, no hay necesidad de contarlo.
El Padre Mateo, por su parte, al enterarse de lo que estaba sucediendo, convocó a una reunión a todas las estructuras parroquiales, y les expuso con mucha calma cual es la voluntad de Dios en la celebración de las fiestas, y que lo más importante es la celebración litúrgica, pero que además había que organizar para la sana diversión de todos, actos culturales y deportivos, y mandó decir a Don Gumersindo, al Señor Alcalde y a los fiesteros que no asistieron que él estaba abierto al diálogo, pero que como los primeros cristianos, “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”.
Después de muchas dificultades, finalmente se celebró la fiesta patronal como quiere Dios y como lo explicó el Señor Cura. Algunos sin embargo, recolectaron firmas y le enviaron al Señor Obispo un documento pidiendo el cambio del Sacerdote porque estaba acabando con la fe y la cultura del pueblo, encabezaba las firmas, claro está, Don Gumersindo.
DIÁLOGO COMUNITARIO
- ¿Qué les parece las actitudes de don Gumersindo y sus amigos?
- ¿Qué opinan de las actitudes del señor Cura Párroco?
- ¿Cuáles son las principales fiestas en su Parroquia?
- ¿Cómo se celebran esas fiestas y cómo deberían celebrarse?
ILUMINACIÓN BÍBLICA
Leamos en el Evangelio según San Mc 11, 15-19
Llegan a Jerusalén, y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y los que compraban en el templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de venderos de palomas y no permitía que nadie transportara cosas por el templo. Y les ens eñaba, diciéndoles: no está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las gentes? Pero Uds. La tienen hecha una cueva de bandidos. Se enteraron de esto los sumos sacerdotes y los escribas y buscaban como podrían matarlo; porque le tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada de su doctrina. Y, al atardecer, salía fuera de la ciudad.
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús
REFLEXIÓN
Los Evangelios nos dicen que Jesús participaba y practicaba la religiosidad de su pueblo. Cada año subía a Jerusalén para las fiestas de Pascua, los sábados iba a la sinagoga, en definitiva vemos que Jesús tuvo una actitud muy positiva frente a la religiosidad, cuando su práctica era según el querer de su Padre Dios. En el texto que hemos leído, en cambio, Cristo, nuestro maestro, asume una actitud muy crítica frente a una religiosidad convertida en negocio, en cueva de bandidos. Nosotros, que queremos ser sus discípulos misioneros, debemos asumir las mismas actitudes de Jesús, que son la voluntad de Dios, y lo que nos pide la Iglesia por medio de los Papas, de los Obispos, de nuestros sacerdotes y de muchos laicos que ya lo han comprendido. Las actitudes, como la de don Gumersindo y sus secuaces, deben ser evangelizadas y sacadas a látigo, es decir, sin concesiones de ninguna clase, de nuestros templos, de nuestras fiestas, de nuestra piedad popular. Se la actitud de Cristo ante los cambistas y vendedores de palomas fue tan rígida, ¿Qué actitud debe ser la nuestra ante los vendedores de aguardiente y los que quieren enriquecerse manipulando la religiosidad del pueblo?
COMPROMISO
Asumir las mismas actitudes de Jesús frente a la celebración de nuestras fiestas religiosas, más concretamente, si es necesario, hay que cambiar a los fiesteros y asumir las fiestas religiosas los grupitos de familias o los grupos coordinadores sectoriales y pedir a los alcaldes que ya no intervengan en las fiestas que organiza la parroquia. Apoyar en todo a nuestro párroco.
Leer en la Biblia los siguientes textos:
Mt 21, 13-17; Lc 19, 45-48; Jn 2, 14-16
Is 1, 1-17 |