P. Hugo Cadena

LEMA: “Discípulos y misioeros de Jesucristo, para que nuestro pueblo en Él tenga vida”
CANTO: Oración del Pobre.
ORACIÓN:
Señor Jesús, tú que también conociste el látigo, tú que fuiste enjuiciado y sentenciado, tú que también fuiste pobre, tú que naciste creciste en una familia pobre como la inmensa mayoría de nuestras familias debes entender lo que experimentamos, y debes compadecerte de nuestra suerte. Te suplicamos que te acuerdes de nuestra miseria y nos orientes a superar el peso de nuestro pasado para lograr construir una nueva vida. Recuerda señor que somos tu pueblo, que confiamos y esperamos en Ti Ilumínanos con tu Espíritu Santo para que un día no lejano podamos hacer vida y realidad tu Palabra.
HECHO DE VIDA:
UNA POBREZA QUE LIBERA.
Natalia Caicedo Benavides, es hija de una prestigiosa familia de la ciudad de Pasto. Sus estudios siempre los realizó en el mejor colegio de la ciudad, así como en la Universidad del Rosario de Bogotá, en la que se graduó como psicóloga. Durante 3 años estuvo viviendo en Francia, donde adelantó una especialización. Al volver a Colombia, sus padres le consiguieron un prestigioso cargo en la capital del país. No obstante, ella no quiso aceptarlo pues deseaba trabajar con los más desfavorecidos de su departamento. Esto originó grandes problemas en su hogar: su padre deseoso de que su hija fuera una prestigiosa profesional, económicamente acaudalada y socialmente reconocida no estaba de acuerdo, de tal manera que expresó todo tipo de objeciones y reclamos. Esto no fue suficiente, Natalia viajó inmediatamente a Roberto Payán, pequeña población ubicada en la costa pacífica. Ahí empezó a hacer frente a todo tipo de dificultades: pobreza, analfabetismo, enfermedades, violencia, damnificados por el invierno, entre otros más. Al principio Natalia no fue aceptada por su color y por su condición social, sin embargo, logró ganarse el apoyo y aprecio de todos los habitantes gracias a que se dedicó totalmente al servicio de los más desfavorecidos. No alimentó sentimientos de venganza de los pobres respecto a los ricos, ni de los ciudadanos con respecto al Estado; procuró organizar a los diversos sectores y motivar para que a través de la educación, la fraternidad, y la creatividad comenzaran a gestarse procesos de desarrollo en toda la comunidad. Aunque fue un proceso lento y difícil, Natalia junto con el apoyo de todos los habitantes de este pueblo, hizo que más niños tuvieran acceso a la escuela, que todos pudieran gozar de una buena atención en salud, así como de poder trabajar y gozar del fruto de ese esfuerzo. Poco a poco, la violencia y la miseria fueron disminuyendo.
DIÁLOGO COMUNITARIO.
1) ¿Por qué los padres de Natalia se oponían a su decisión?
2) ¿A ustedes, qué es lo que más les sorprende de Natalia?
3) ¿Por qué motivo es difícil el trabajo en los sectores más desfavorecidos?
4) ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante los más pobres?
5) ¿Si poseemos una buena condición económica, cómo nos comportamos? ¿Si somos pobres, cómo actuamos?
ILUMINACIÓN BÍBLICA: Mt 5,1-2
Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra les enseñaba diciendo: Bienaventurados los pobres de Espíritu porque de ellos es el reino de los cielos. Palabra de Dios / Te alabamos Señor.
REFLEXIÓN.
¿Quiénes son los pobres? Son los que sufren una carencia económica fundamental, los que están privados de los bienes materiales necesarios para llevar una existencia digna, son los ignorados, rechazados, los tenidos como inexistentes. La pobreza en nuestros días es una cuestión social, estructural y masiva. Los pobres son clases, masas y pueblos enteros. El Documento de Aparecida nos presenta con preocupación los rostros de los más pobres en América Latina: Comunidades indígenas y afroamericanas, mujeres excluidas en razón de su sexo, jóvenes que reciben una educación de baja calidad, desempleados, desplazados, migrantes, campesinos sin tierra, niños y niñas sometidos a la prostitución infantil, niños víctimas de abortos. Millones de personas que viven en la miseria e incluso pasan hambre, drogadictos, víctimas de enfermedades graves, y secuestrados.
¿Por qué dichosos? Jesús proclama dichosos y felices a los pobres, los hambrientos y sedientos, los que lloran, los perseguidos y calumniados, los afligidos. Los que no cuentan. De ellos es el Reino de Dios. Jesús no habla de pobreza, sino que la vive, pues él nació pobre, vivió pobre y murió pobre. Amó especialmente a los pobres y se identificó con ellos. A Jesús no lo podemos entender sin el pobre, sin el indefenso, sin el despreciado. Un Dios separado de los pobres puede ser cualquier cosa menos el hijo de Dios revelado. Por lo tanto la opción por Cristo es también opción por los pobres.
Jesús confirma una vez más que Dios está donde menos se lo espera, sobre todo donde menos lo esperan los dirigentes de la sociedad. Las Bienaventuranzas muestran el punto de vista de Dios, sólo desde ahí puede verse que el Reino está llegando. Dios no mira a los seres humanos desde lo alto de un trono, ni desde la intransigencia de las normas, los mira desde los límites e invita a los que esperan en él a buscarle en esa misma parte. La felicidad de los bienaventurados no radica en la pobreza, el hambre, el dolor o la persecución: radica en que Dios está con los que padecen todo ello. Y que está dispuesto a cambiar con los suyos tal situación de inhumanidad. Esto significa que la suerte de los pobres no es un castigo por sus pecados ni tampoco fruto del designio de Dios, es la consecuencia de causas históricas que pueden ser cambiadas porque dependen de que el egoísmo, la corrupción, la avaricia, sean erradicados.
¿Y nosotros? El evangelio de San Mateo se levanta contra la vanidad de quienes pretenden ser justos por sí mismos y con sus propios medios (dinero, cumplimiento de normas, prestigio social). La Bienaventuranza que meditamos nos recuerda que el único seguro de nuestra felicidad y salvación es Dios. El mismo Evangelio más adelante nos dice: no os amontonéis tesoros en la tierra donde hay polilla y herrumbre que corroen y ladrones que socaban Y roban. Amontonad más bien tesoros en el cielo… Mt 6, 19ss .Así que acumular riquezas para tener seguridad es un error, pues se nos recuerda que estos tipos de seguridad pueden fallar. La seguridad está en Dios. Ahí hay una seguridad que nadie quita, que es amor mutuo que está en la comunidad, y por el cual sabemos que, cuando algo nos haga falta, no estaremos desamparados. Pero, además, se nos añade otra cosa: Porque donde tengas tu riqueza, tendrás el corazón. Uno tiene el corazón en lo que le da seguridad. Si ponemos nuestra confianza en los bienes, en el dinero, eso será lo que más nos llena, y toda nuestra vida se convertirá en un esfuerzo permanente por acumular sólo dinero. Si actuamos distinto, somos libres, podemos colocar el corazón donde debemos tenerlo: en el Grupo de Familia, en la Iglesia, en el Señor, porque no tenemos otra seguridad más que esa. El hombre se define por sus seguridades y por sus objetivos. Si nuestro objetivo es acumular dinero para tener seguridad, eso nos define, somos sólo billetes y nada más. Si nuestro objetivo es quedar libres para poder amar, eso nos define: somos personas que aman, que se entregan por sus hermanos.
Pidámosle a Dios para que nos permita poner nuestra confianza y corazón en Él, en su Palabra, en el pequeño Grupo de Familia al cual pertenecemos y para que desde esta seguridad podamos ayudar a liberar a todos los oprimidos, a devolverles la dignidad a todos los excluidos, a darles valor y participación a quienes nunca cuentan para los demás, a amar a los que se sienten odiados, a ayudar solidariamente a quienes por las inclemencias del tiempo lo han perdido todo, a quienes no tienen que llevarse a la boca, a los enfermos, a todos los que tienen dificultades para vivir y ser felices.
COMPROMISO.
1. Identificar algún problema en tu comunidad: un niño que no pueda ir a la escuela, un enfermo que no tenga una buena atención médica, alguien que no tenga nada que comer, alguien que no tenga trabajo; y, brindarle una ayuda adecuada, permanente (no solamente una vez) y eficaz. Si hay alguien que lo necesite dentro del Grupo de Familia hacerlo con él. |